A juicio por la muerte de un paciente que nunca trató

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Hay veces que el surrealismo llega a las reclamaciones judiciales. En este caso se llegó a acusar a un médico por la muerte de un paciente que nunca tuvo, en una clínica en la que nunca trabajó. A pesar de los hechos incontestables el doctor tuvo que pasar incluso por una rueda de reconocimiento.

Son muchas las causas por las que un profesional sanitario puede verse reclamado a raíz de su actividad profesional. Es por ello que nuestra recomendación es que su entidad aseguradora cubra cualquier tipo de actuación profesional por rocambolesca que parezca, como así hace Uniteco.

En este caso el doctor recibió una denuncia por parte de los familiares de un menor fallecido imputándole la muerte por un error de diagnóstico al no haber interpretado que el paciente estaba sufriendo una apendicitis. En la reclamación se perseguía tanto la indemnización por el resultado de la muerte del menor como la inhabilitación especial del profesional y pena de prisión.

Desde el primer momento de la defensa del asegurado se sabía que la instrucción del procedimiento sería lenta pues no se trataba de demostrar que la actuación del profesional fue conforme a la lex artis ad hoc, sino que se tenía que defender que dicha actuación no se había realizado nunca y que se había falsificado su sello y su firma en el parte de urgencias que se había realizado al paciente.

En la declaración como imputado del doctor, la jueza se quedó sorprendida cuando el médico le manifestó que nunca había visto al paciente, que nunca había trabajado en esa clínica y que le habían falsificado el sello y la firma.

No siendo suficiente con esta declaración para archivar el procedimiento, a pesar de la presunción de inocencia, se hicieron diversas diligencias de investigación para poder determinar la realidad de la declaración del doctor, sin embargo quedaba claro que a pesar de todas ellas y aunque ninguna daba indicios de que el médico pudiera haber actuado sobre el paciente, la prueba definitiva sería una rueda de reconocimiento.

En la rueda de reconocimiento realizada se puso finalmente de relieve que el médico no había realizado la actuación médica del fallecido al no ser reconocido por el padre, quien identificó a otra persona.

Si bien el procedimiento se archivó para el médico, nadie le quita el susto y la desazón que pasó al verse envuelto durante más de 6 meses en un procedimiento en el que ni tan siquiera había participado, y en la que para que finalmente se descartara de su imputación tuviera que juntársele durante la rueda de reconocimiento junto a cinco presos que habían sido traídos por el juzgado para realizar la rueda de reconocimiento.

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4 comentarios

maria francisca

19 de junio de 2012 09:02

Si el sello del doctor imputado fue falsificado al igual que su firma ¿nadie buscó al responsable? ¿quien tenía el sello del médico y falsificó su firma? ¿otro profesional?
El caso me parece surrealista, tanto por la acusación, como por las causas que la motivaron; un sello y una firma falsificada, algo que nos puede pasar a cualquiera de nosotros. Es mas, en el servicio que trabajo se ha detectado ya el uso de tres sellos de colegiados que habían sido robados y se han empleado en la firma de fichas deportivas. Todos los casos se denunciaron en comisaría y sólo en uno de ellos el juzgado lo ha admitido a trámite.

LexSanitaria

19 de junio de 2012 11:18

Por desgracia en este caso, no se investigó de oficio por la fiscalia la falsificacion de la firma y el doctor quería olvidarse de todo lo relacionado con el mundo judicial, por lo que se archivó el expediente y la búsqueda del responsable de la falsificación. Se desconoce por lo tanto la autoría, así como la cualificación, del falsificador.

Con carácter general en caso de falsificación se debe de realizar una denuncia por parte del afectado. En ocasiones es posible por parte de la fiscalía actuando de oficio, si bien, generalmente, las denuncias suelen quedar archivadas por imposibilidad de identificación del autor.
Saludos!

miguel timoner

19 de junio de 2012 14:22

en este caso, a priori, si ha existido una falsificación alguien la ha hecho. Y posiblemente el letrado que ha llevado la acusación o demanda, «siempre » en nombre de su representado»)puede haber incurrido en demanda temeraria e imprudencia profesional al prestarse a seguir la comedia cuando empezó a haber claros indicios de falsedad y manipulación o al menos ligereza inexcusable y temeraria en la continuación de la demanda . ya va siendo hora de que se contrademanden a abogados desaprensivos y habrá que llegar a los procuradores , que estos siempre cobran: estos los que manejan de verdad la justicia con una venda en los ojos!

Lex Sanitaria

20 de junio de 2012 07:40

Entendemos el desasosiego que generan este tipo de reclamaciones y el sentimiento de inseguridad que sienten los medicos ante las reclamaciones judiciales.

Sin embargo, en honor a la verdad, en este procedimiento ni siquiera los padres del menor fallecido tuvieron conocimiento de la falsificación hasta iniciado el procedimiento cuando el médico informó de la falsificación ante la sorpresa de la jueza. Se solicitó la rueda de reconocimiento y fue cuando se abandonó la persecución frente al profesional.

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