Consentimiento informado, ¿escrito, verbal o ambos?

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El consentimiento informado es un acto verbal, básico, en toda relación médico-paciente. No obstante, se debe redactar por escrito cuando el tratamiento o prueba comporte, en definitiva, riesgos notorios para la salud del paciente.

Principales aspectos del Consentimiento Informado

Puede ocurrir que el consentimiento informado pase desapercibido para el paciente, pues éste lo firma en una de sus distintas visitas al centro sanitario, sin apenas ser consciente en muchas ocasiones de lo que se trata ni de lo que comporta. Por ello es recomendable servirnos de la información verbal para poner en conocimiento del paciente la importancia que tiene la firma de este documento, para que sea plenamente consciente en todo momento de lo que supone lo que está firmando.

Es importante resaltar que el consentimiento informado no es un mero trámite administrativo y, por tanto, no es únicamente un documento. Se trata de un proceso por el cual el profesional responsable del paciente y su equipo le trasladan las cuestiones relevantes y de interés sobre el tratamiento, intervención o prueba, para que pueda responder, preguntar y valorar la situación a la que se enfrenta con los medios más adecuados. Algo distinto es que de este proceso, que es oral, deba dejarse constancia escrita por ambas partes.

Debemos tener mucho cuidado en el ejercicio de nuestra profesión. Más vale prevenir que curar, un refrán que en este caso no podría ser más oportuno para describir la situación. Cuanto mejor dispongamos la información, y los consentimientos informados, más tranquilos estaremos si se da una situación no deseada como una reclamación o una denuncia.

Si el profesional trabaja frecuentemente con documentos de consentimiento informado debe fijar un proceso de traslado de información y de gestión del consentimiento escrito. Para ello es vital crear y establecer un protocolo de seguimiento de estos documentos por parte del profesional y su equipo. Recomendamos designar un responsable y dejar constancia  de la información proporcionada en la historia clínica.

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