La vida es el regalo más grande, un regalo maravilloso que muchas veces no valoramos. Pasamos los días pensando en lo que va a pasar, pero nos olvidamos de disfrutar lo que trae el presente. Con esta pandemia, creo que hemos aprendido a valorar más ese preciado regalo. Pero, sobre todo, hemos aprendido a valorar el hecho de hacer sentir tranquilos y seguros a los nuestros.
A lo largo de mi trayectoria personal y profesional, he atravesado momentos que han marcado mi vida y la de mi familia. Momentos que me han hecho replantearme el cómo vivir y brindarles a los míos una estabilidad, no solamente ahora, sino en el futuro. Y es que, desde que empecé a hacer realidad mis sueños y a trabajar en lo que me apasionaba, el sector seguros, empecé a descubrir las grandes necesidades más allá de lo básico que tenemos los seres humanos.
La vida es como un juego de azar en el que apuestas todo, arriesgándote a perder algún día. Nunca sabemos qué puede pasar, hoy estamos aquí, mañana no lo sabemos. Por eso, he aprendido que siempre es mejor ir dos pasos más allá: viviendo el presente y pensando en el futuro. Esto es lo que he tratado de enseñarles a mis hijos y a mis nietos.
Tengo 71 años, de los cuales 50 han sido parte de un largo proceso para conocer e identificar las necesidades de las personas. En especial, de los profesionales de la salud. 50 años en los que me he dedicado en cuerpo y alma a trabajar por y para el bien de un colectivo que captó mi atención desde bien pequeño.
Estamos atravesando una difícil situación en la que hemos observado la vulnerabilidad de los seres humanos. Nosotros, y el heroico trabajo de los sanitarios a quienes quiero agradecer su valiosa labor. Nos han demostrado que su vocación es cuidar a los demás, aun arriesgando su vida.
Este proceso también nos ha dejado ver la importancia de estar protegidos y proteger a los nuestros. Porque, como decía, no sabemos qué podrá pasar mañana. Por eso, es importante contar con la seguridad necesaria ahora y en el futuro, para nosotros y para quienes más amamos.
Por eso, en Uniteco trabajamos desde hace décadas para crear soluciones con las mejores garantías. Nuestra labor es preocuparnos de que los médicos no se preocupen por los riesgos de la suya, que se centren en su pasión y en su vida.
Llevamos medio siglo acompañándote en este viaje; cuidando de tu profesión, de tu familia, de tu economía y de tu patrimonio. Eso es exactamente lo que vamos a seguir haciendo, porque sabemos que no hay nada mejor que vivir la vida con la tranquilidad y la confianza de estar, creemos, en las mejores manos.
Gabriel Núñez, presidente de Uniteco
