¿Qué competencias y responsabilidades tiene un MIR?

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Cuando un estudiante finaliza su carrera de Medicina y realiza el examen de acceso a Médico Interno Residente (MIR) comienza su etapa como profesional. Una etapa de residencia, de formación, donde en cinco años el médico se especializará en una disciplina médica. Pero, ¿cuáles son las responsabilidades y las obligaciones de los residentes durante esos años?

En este sistema de formación el residente irá asumiendo progresivamente responsabilidades en la especialidad que está cursando. Según va adquiriendo estas competencias el nivel de supervisión por parte de adjuntos, especialistas y tutores; va disminuyendo hasta el punto que el residente llega a ser especialista.

El residente debe cumplir las indicaciones de los especialistas sin olvidarse de plantearles, tanto a ellos como a sus tutores, todas las dudas y cuestiones generadas por la relación entre ambos

La supervisión de los MIR durante el primer año será llevada a cabo en presencia física por los profesionales encargados de las diferentes unidades o centros por las que rote o preste servicio el residente. Los especialistas en cuestión visarán por escrito las altas, bajas y demás documentos relativos a las actividades asistenciales en las que intervengan los residentes de primer año.

A partir del segundo año la supervisión ira desapareciendo progresivamente. El tutor irá impartiendo, tanto al MIR como a los especialistas del centro o unidad, instrucciones específicas sobre el grado de responsabilidad de los residentes que tiene a su cargo, según las características de la especialidad y el proceso individual de adquisición de competencias. En todo caso, el residente tiene derecho a conocer a los profesionales presentes en la unidad en la que preste servicios, podrá recurrir y consultar a los mismos cuando lo considere necesario.

Por tanto, queda claro que el MIR, en su relación especial con el sistema de salud, lleva a cabo acciones individuales que pueden afectar directamente a los pacientes generando posibles responsabilidades profesionales como consecuencia de su acción u omisión (art. 1903 CC). Sin embargo, al actuar bajo la supervisión y tutela del médico tutor y, a su vez del organismo que lo contrata, se generan además responsabilidades jurídicas entre ellos.

De ahí que un MIR debe conocer y actuar de acuerdo con las funciones que tiene encomendadas, bajo la supervisión de su tutor, sin tener que llegar por ello, a lo que algunos médicos denominan «medicina defensiva» para no exponerse a reclamaciones

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