¿Qué hacer ante pacientes ‘contestones’?

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¿Quién no ha tenido alguna vez a ese paciente que duda y rebate todas nuestras decisiones? Siguiendo con la línea de los últimos artículos, queremos facilitar  algunos consejos prácticos a nuestros clientes de cómo actuar ante pacientes ‘respondones’, que se piensan que tienen más conocimiento de medicina que el especialista que tienen delante y que han hecho la ‘carrera’ a través de la Wikipedia y el ‘Dr Google‘, con el objeto de reducir las reclamaciones que se suelen dar por este tipo de conflictos.

Nuestro primer consejo ante este tipo de personas es armarse de paciencia. El profesional debe saber cómo lidiar con este tipo de pacientes. Debe saber cómo llevarle al terreno que le interesa al especialista. Debe tratar de evitar una discusión infructífera, pues lo único que le supondrá es una pérdida de tiempo en el momento y quién sabe si una reclamación, además de un calentón sin necesidad.

Con ello no queremos decir que se acepte la falta de respeto de los pacientes, sino que se tiene que intentar reconducir la conversación, haciéndole entender la necesidad de confiar en el criterio profesional y que las actuaciones que se están realizando son las más convenientes para el seguimiento de su patología.

El segundo consejo es ponerse en la posición del otro. El paciente que viene a consulta puede ser una persona temerosa y repleta de dudas. En muchas ocasiones viene ‘mareado’ pues ha tenido un exceso de información por diferentes vías de lo que puede o no puede tener y de las pruebas que debe o no debe hacerse.

Por ello, debemos de analizar a nuestro paciente, saber escucharle y esperar a que se desahogue. Cuando ha tenido su oportunidad de explicarse podemos realizar una explicación cercana de los pasos que se debe de seguir con él. En el caso de que pusiera en duda nuestra decisión, hay que escucharle y explicarle nuevamente por qué es mejor seguir la línea de actuación propuesta, haciéndole entender que la medicina no es una ciencia exacta y que cada caso tiene una forma de actuación. Con lo comentado personalizamos la actuación realizada y humanizamos la relación entre el médico y el paciente.

El tercer consejo que podemos aplicar es respeto. En el caso de que se vea quebrada la relación médico- paciente, nuestra recomendación es intentar en la medida de nuestras posibilidades no volver a ver al paciente. No deberemos de permitir la falta de respeto y deberemos de llamar a cualquier posible testigo a las conversaciones que podamos tener con el paciente para que si se diera una reclamación tuviéramos una prueba para defendernos.

Finalmente, cualquier actuación con el paciente deberemos de consignarla en la historia clínica, pues podrá ser una prueba si fuera necesario utilizarlo en un procedimiento posterior.

Estos son los consejos básicos para evitar una confrontación abierta en la mayoría de los casos. En resumen: ser firmes en nuestras decisiones y saber comprender la situación del paciente, que en ocasiones muestra un lado agresivo por la angustia y la confusión que le provocan ir al médico.

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