Demandas reiteradas de los pacientes, ¿dónde está el límite?

6 minutos

Los profesionales sanitarios son un colectivo vulnerable ante las insidiosas denuncias y reclamaciones que presentan algunos pacientes. Nuestro ordenamiento jurídico no ampara a este colectivo en estos casos. Más bien favorece las demandas reiteradas, es decir, que un paciente reclame en múltiples ocasiones utilizando las diferentes jurisdicciones con el fin de conseguir una compensación económica. Llegando a convertirse en ocasiones en un verdadero “acoso procesal”.

¿Qué puede hacer el médico ante demandas reiteradas?

Ante esta situación, el médico tiene complicado emprender acciones contra el paciente, puesto que se considera que está en su derecho legítimo a la tutela judicial. Esto sucede porque se entiende que ha sufrido una negligencia o error médico que no tiene por qué soportar.

En esta ocasión, nos referimos al caso de un oftalmólogo que sufrió durante 5 años las constantes reclamaciones y demandas presentadas por un paciente de más de 75 años que fue operado de cataratas, patología que no le permitía ver ni distinguir objeto alguno. El paciente presentó, en primer lugar, una reclamación amistosa frente al facultativo. Alegó que, tras la operación, le quedó un rastrojo de cristalino que le impidió recuperar la visión y que le ocasionaba fuertes dolores. Con el agravante de que el doctor no le operó inmediatamente para corregir su error, teniendo que esperar más de dos meses para operarse nuevamente. Además de la reclamación extrajudicial, el paciente presentó una denuncia ante el Colegio de Médicos por la incorrecta actuación del oftalmólogo.

Ante estas reclamaciones, el facultativo dio parte a Uniteco, su correduría de seguros, que procedió a trasladar sendas reclamaciones a la compañía de seguros. Se designó al despacho de abogados DS Legal Group para que se encargaran de la defensa integral del oftalmólogo.

¿Qué hizo el despacho de abogados?

El bufete se puso en contacto con el profesional reclamado y, tras estudiar la documentación médica, comunicó a los letrados del paciente que la actuación del facultativo fue correcta en todo momento. Por lo que, en ningún caso, se podría hablar de mala praxis. De la misma manera, se remitió informe al Colegio de Médicos explicando la correcta actuación del oftalmólogo, desestimando dicho órgano colegial la reclamación.

Posteriormente, el paciente volvió a reclamar extrajudicialmente al doctor, exigiéndole la entrega de la historia clínica completa. A la vista de la desestimación del expediente del Colegio de Médicos, el paciente interpuso demanda civil frente al profesional sanitario por un importe aproximado de 40.000 €. La citada demanda fue archivada por el juzgado al alegar los letrados del oftalmólogo que esta no era la vía correcta para reclamar, ya que el paciente fue derivado desde un hospital público.

Tras unos meses, el facultativo recibió una solicitud de informe de su actuación por parte del Servicio Público de Sanidad. Dado que el paciente presentó una reclamación patrimonial frente al hospital y en su contra, desestimándose nuevamente esta vía al entender que no hubo responsabilidad por parte de la Administración Pública y que la actuación del facultativo fue correcta.

Una vez desestimada la vía patrimonial, el paciente interpuso la correspondiente demanda contenciosa administrativa al hospital público, desestimando el juez la reclamación.

Duración del proceso

Todo este proceso ha durado 4 años y ha generado estrés y preocupaciones al doctor, víctima de estas masivas reclamaciones por parte del paciente. Aun así, esta situación no ha llegado a su fin, ya que actualmente se ha interpuesto en su contra una denuncia por un supuesto delito de lesiones por pérdida y menoscabo de órgano principal.

La denuncia en sí es tendenciosa y oculta información vital. Tratando de hacer ver que el doctor denunciado nunca entregó la historia clínica, lo que se aleja totalmente de la realidad.

Ante esto, el oftalmólogo preparó su declaración con los abogados designados. Acudiendo al juzgado a prestar declaración, apoyándose en la documentación necesaria y explicando que la complicación que denuncia el paciente es propia de la operación.

Asimismo, de la documentación que aportó el paciente para hacer valer sus pretensiones, se demuestra que acudió a otros oftalmólogos y servicios de urgencia. Aquí le dieron las mismas indicaciones que el facultativo denunciado.

Merece la pena señalar que, en uno de los informes médicos de un servicio de Urgencias aportado por el paciente, al que acudió por conjuntivitis. Se evidencia que, trascurridos más de dos años de la operación, el paciente ve perfectamente, lo que demuestra que la operación fue un éxito y, en consecuencia, en ningún caso puede hablarse de mala praxis del doctor y mucho menos de un posible delito o falta.

​ ​

​ ​