¿Para qué preguntar al médico si en Google tenemos todas las respuestas a un clic de distancia? Los médicos de Atención Primaria han detectado en los últimos años un aumento de consultas en los que los pacientes llegan con sugerencias para sus tratamientos. “Creo que tengo…”, “creo que se solucionaría si me tomara…” son expresiones cada vez más comunes cuando un paciente se sienta frente a un médico.
Según un reciente estudio realizado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Instituto Salud sin Bulos, entre cerca de 800 médicos de cabecera, los temas de salud sobre los que los pacientes tienen más datos falsos son la alimentación, la vacunación, la homeopatía y el cáncer.
Los doctores están detectando cada vez más casos en los que deben convencer al paciente de que el tratamiento propuesto es el adecuado. El denominador común en estos casos es el de personas que buscan en Google síntomas o enfermedades, o que han escuchado por familiares o amigos sus experiencias con tratamientos ajenos a la medicina.
El presidente de SEMG, Dr. Antonio Fernández-Pro, ha destacado en una reciente entrevista en iSanidad, que es necesaria “la educación para la salud, de trabajo con los jóvenes, con la sociedad, que muchas veces se ve relegada por falta de tiempo. El beneficiado de todo esto es el ciudadano”.
Por su parte el coordinador de Salud sin Bulos, Carlos Mateos, refiere que “el desafío es doble, porque se necesita orientar a los pacientes y explicarles porqué es un bulo y porque, en los pocos minutos de que disponen los médicos de familia, también deben aconsejarles cómo buscar información veraz“.
En paralelo, otro de los temas que más tensión genera en las consultas son los relacionados con la prescripción médica, ya se a de medicamentos o de bajas. Existe un alto porcentaje de personas que llegan a exigir la aplicación de un tratamiento determinado o una baja laboral ante determinados síntomas. En Uniteco hemos detectado también que esas tensiones generan reclamaciones contra los médicos solo porque hay un desacuerdo con las decisiones de los médicos.
