Los consentimientos deben reflejar la información dada al paciente

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Un paciente acudió a consulta a un centro médico urológico y tras ser evaluado se le diagnosticó “hiperplasia benigna de próstata” y “litiasis vesical”. Con este diagnóstico acudió a un hospital donde el médico que le atendía le indicó que había que intervenir la próstata y realizar una cistolictetomía para eliminar los cálculos, recomendándole la intervención mediante cirugía láser.


Tras la intervención se le dio de alta al día siguiente pero volvió a consulta a los siete días por presentar dolores y micciones continuas. Se le prescribieron calmantes, pero las molestias continuaron por lo que se realizó una nueva cistolictetomía. Debido a que los dolores continuaban se le realizó una ecografía donde se veía que continuaba con litiasis y un cálculo de 1,89 mm. Los dolores y el sangrado continuaron por lo que volvió a ser intervenido de la próstata y de la litiasis vesical. Desde entonces no volvió a tener molestias.

El paciente consideraba que los medios empleados no fueron los idóneos ni el procedimiento elegido, o se realizó de forma incorrecta, por lo que decidió interponer una demanda en la que reclamaba la devolución del coste de la intervención, más una indemnización cercana a los 21.000 euros por los perjuicios causados.

A tales pretensiones se opusieron los dos médicos demandados, alegando que su actuación fue correcta, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.

En este caso los consentimientos estaban suscritos por el paciente y por el médico. Para la realización de la fotovaporización transuretral de próstata mediante láser, aparecía la información general del procedimiento quirúrgico, la existencia de tratamientos alternativos y los riesgos, eligiendo el paciente la técnica de vaporización con láser verde. En cuanto a la litiasis vesical se advertía de los riesgos, de no poder extraer todos los cálculos, recidiva de los cálculos, hematuria, entre otros posibles riesgos, indicándose la posibilidad de necesitar nuevas intervenciones para solventar las complicaciones. Se demostraba así que el demandante estaba suficiente informado.

Por la documentación aportada se desprendía que el demandante en los meses siguientes mejoró, a pesar de que sufrió infecciones de orina que se trataron con antibióticos y antiinflamatorios y fueron superadas. Posteriormente se le detectaron unas calcificaciones mediante una ecografía, pero el paciente estaba asintomático. No obstante, al aparecer nuevas molestias se le realizó un TAC en el que se observó litiasis vesicular, indicándole uno de los médicos una nueva intervención quirúrgica. Aun así el paciente tardó unos meses en volver a la consulta y se le indicó de nuevo la necesidad de ser intervenido, quedando pendiente de decidir la técnica a utilizar, pero el paciente no volvió.

El doctor que realizó la cirugía explicó en el juicio que se decidió descartar la cirugía mediante endoscopia por el gran tamaño de la próstata, por lo que se optó por la cirugía láser por las ventajas que presentaba, informando al paciente de sus desventajas.
Por su parte, el médico codemandado declaró en su interrogatorio que tras el diagnóstico puso en contacto al paciente con el médico que realizó la cirugía, indicándole que existían dos técnicas para realizar la intervención que era necesaria.

El informe pericial indicaba que el diagnóstico realizado fue correcto y que era precisa la intervención mediante cirugía para el tratamiento de las patologías que presentaba y que se le ofrecieron distintas alternativas, según constaba en los consentimientos informados. El perito concluyó que el diagnóstico fue correcto, las técnicas utilizadas idóneas fueron correctamente practicadas sin que existiese ninguna contraindicación para utilizar el láser.

La magistrada concluyó que no podía apreciarse una grave desatención médica, y que las distintas acciones se realizaron de acuerdo a la sintomatología que iba presentando el paciente. No existía ningún dato que indicara error en el diagnóstico, falta de tratamiento, mala praxis o error en la cirugía láser. Así se procedió a desestimar la demanda y a absolver a los codemandados.

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