Los cuidados paliativos en pandemia

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La afección de la pandemia ha dejado serias consecuencias a nivel sanitario, económico y social. Todo ello nos ha llevado a tener que extremar la prudencia con diversas personas y sus tratamientos, así como con los modelos de actuación de estos que, por su particularidad, requieren una mayor preocupación. Es el caso de los tratamientos paliativos. Para abordar cómo afecta el coronavirus en este ámbito, comenzaremos por esclarecer qué son los cuidados paliativos y dónde se regulan.

La afección de la pandemia ha dejado serias consecuencias a nivel sanitario, económico y social

Pues bien, se definen como aquellos tratamientos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas avanzadas, progresivas e incurables. Su función, aparte de la sanitaria, es cubrir necesidades emocionales y sociales durante la enfermedad, proporcionando información comprensible, continua y adaptada a cada situación y paciente. Están contemplados como un derecho reconocido por leyes internacionales y nacionales

A nivel europeo, La Recomendación 1418/1999 de la Asamblea Parlamentaria sobre Protección de los Derechos Humanos y la Dignidad de los Enfermos Terminales y Moribundos insta a los Estados miembros del Consejo de Europa a respetar y proteger la dignidad de los enfermos terminales, considerando los cuidados paliativos como un componente esencial de la atención sanitaria basada en un concepto humano de dignidad, autonomía, derechos humanos, derechos de los pacientes y percepción generalmente reconocida de solidaridad y cohesión social.

Su función, aparte de la sanitaria, es cubrir necesidades emocionales y sociales durante la enfermedad

En el ámbito nacional, no existe una ley como tal que englobe todo el territorio. La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica estaría estrechamente ligada, aunque es garantía ética de cada Comunidad Autónoma la regulación de la atención al final de la vida. Así, cada Comunidad cuenta con su propia regulación:

En el caso de Castilla y León existe un Anteproyecto de Ley de Derechos y Garantías de las personas al final de su vidaExtremadura, aunque no cuenta con una Ley al uso, cuenta con un Registro de expresión anticipada de voluntades, creado en enero de 2008. Por último, CantabriaCastilla La Mancha, Murcia y La Rioja no cuentan con regulación concreta.

Toda persona tiene derecho a recibir con el máximo respeto a su dignidad personal y voluntad cuidados integrales paliativos de calidad

La fundamentación de los cuidados paliativos en estas leyes se basa en que toda persona tiene derecho a recibir con el máximo respeto, a su dignidad personal y voluntad, cuidados integrales paliativos de calidad, aunque ello implique un acortamiento de su vida. Se incluye la sedación paliativa para el dolor o cualquier otro síntoma que produzca molestias severas, y siempre ajustándose a cada paciente y a los métodos de cada clínica.

 Es evidente que la situación actual de la pandemia ha obligado a tener un mayor control en estos cuidados, tanto a nivel domiciliario como en hospital. Recordemos que el virus en personas cuya salud es delicada, o en las que se requiere cuidados más sensibles, puede suponer un serio agravante. Y no solo en ellos, sino en el propio personal sanitario que está en contacto en su continua labor.

Es por ello por lo que desde la Asociación Madrileña de Cuidados Paliativos se realizan ciertas recomendaciones en el cuidado de estos pacientes. Para aquellos que se encuentren en su domicilio bajo dichos cuidados, las medidas preventivas deben ser más pulcras: restringir en lo máximo el número de visitas, lavado de manos, limitar el contacto por parte de los cuidadores, un correcto abastecimiento de medicamentos…Para aquellos pacientes que acuden al Centro de Salud correspondiente, estos deben ser atendidos acorde a los protocolos vigentes, restringir las visitas a una sola persona (en el caso de últimos días, podrán ser varias según considere el Centro). Si el paciente hubiese contraído la Covid-19, la limitación será mucho mayor, reduciendo la visita a media hora al día. Para aquellos pacientes que permanecen ingresados, procurar evitar el paso por servicios de urgencias. Siempre nos debemos asegurar que la hospitalización es necesaria. También es aconsejable limitar las pruebas diagnósticas complementarias a fin de evitar traslados innecesarios.

La situación actual de la pandemia ha obligado a tener un mayor control en estos cuidados, tanto a nivel domiciliario como en hospital

Respecto a las visitas médicas, se deben efectuar por el mínimo número de profesionales posibles, variando en función de la complejidad. Además, es natural y común la preocupación y afecto al paciente que se encuentra en cuidados paliativos, por lo que se anima al contacto telefónico. De hecho, muchos Centros cuentan ya con iniciativas de apoyo, como por ejemplo la escritura de cartas/correos a buzones habilitados a fin de dar consuelo al afectado.

Para la correcta movilidad de los familiares limitados por las restricciones, muchos Centros tienen permitido extender documentos de justificación de asistencia a familiares.

En otro orden, también es necesario ofrecer un correcto cuidado a los pacientes que se encuentren en los “últimos días de vida”. Desde la Oficina Regional de Coordinación de Cuidados Paliativos se facilitan también unas pautas mínimas como: mantener informados a pacientes y familiares, transmitir tranquilidad, facilitar la posibilidad de despedida (recalcando la importancia del riesgo por contacto si hubiese contraído el virus), ayuda psicológica, o en los casos de síntomas refractarios consideran sedación paliativa

Los cuidados paliativos son un derecho que puede marcar la diferencia en la reducción o control de la enfermedad de un paciente

En conclusión, los cuidados paliativos son un derecho que puede marcar la diferencia en la reducción o control de la enfermedad de un paciente; y más hoy en día cuando azota una pandemia que puede provocar un agravamiento de la salud. Por ello, se debe tener especial cuidado (tanto de los pacientes como del personal sanitario) en su aplicación, a fin de lograr una correcta atención tanto médica como psicológica.

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