¿Qué puedo esperar de la pensión de jubilación de la Seguridad Social?

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Los españoles ya nos estamos acostumbrando a despertarnos todos los días con una nueva noticia en la que nos amenazan con sucesivas reformas de las pensiones. Algunas ya han entrado en vigor en este año y otras lo harán en los próximos años. La pensión máxima a día de hoy son 2.548,12 € brutos.

Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Es producto de la profunda crisis económica en la que estamos inmersos o hay otras razones además de esta?

Evidentemente la crisis ha acentuado el problema y por ello se ha realizado una reforma de tan profundo calado como la que se ha realizado este año. Aun así, desde hace ya bastantes años, existe un problema latente por el envejecimiento de la población española unido al descenso de la natalidad. Cada vez vivimos más años, tenemos menos hijos, nuestras carreras de cotización son cada vez más cortas… Todos estos factores hacen que nuestro excelente sistema de reparto de la Seguridad Social comience a hacer aguas.

Actualmente si nos jubilamos con 65 años, un mes y 35 años y 6 meses cotizados, tendremos derecho a la pensión máxima siempre y cuando los últimos 16 años hayamos cotizado por la base máxima. Esta pensión es de 2.548,12 euros al año repartida en 14 pagas pero sujeta a tributación en el IRPF, lo que en el mejor de los casos se nos quedará en 2.000 euros líquidos al mes. ¿Con esta cantidad tenemos suficiente para vivir?

Con la reforma actual, cada año que pase supone un recorte en la prestación que se va a percibir ya que las bases de cálculo varían y además la edad de jubilación aumenta. En definitiva, se irán recortando las pensiones con el fin de garantizar la “sostenibilidad” del sistema. Es una realidad que el sistema tal y como está a día de hoy, que es como se concibió cuando se creó la Seguridad Social allá por 1967, no es garantía de futuro.

Los expertos barajan diferentes posibilidades para acometer el problema incluso se habla de la posibilidad de ir hacia un sistema de capitalización que sustituya paulatinamente al de reparto que actualmente tenemos.

En definitiva que el sistema público siendo excelente, a futuro ya no podrá garantizarnos el “retiro dorado” con el que todos soñamos cuando nos llegue nuestra edad de disfrutar.

Pero, ¿hay solución? Evidentemente desde hace ya más de dos décadas la Previsión Social se sustenta sobre tres pilares en este país. El público es el principal pilar, además de carácter obligatorio por su contribución al sistema de reparto, el segundo corresponde a las empresas, y el tercero es de carácter individual, privado y voluntario. Es aquí donde la responsabilidad de cada uno de nosotros entra a formar parte de la planificación financiera para el futuro que hagamos mediante la contratación de los diferentes sistemas privados como complemento al público.

¿Qué elementos puedo o debo contratar? Dependiendo de nuestra situación personal, familiar, financiera, de liquidez, etc. elegiremos el más adecuado, o mejor, la combinación de diferentes productos, que con un mínimo esfuerzo económico me garantice, independientemente de legislaciones, crisis, variables demográficas, gobiernos de diferentes colores, etc., mi “jubilación dorada” con la mejor rentabilidad financiero-fiscal.

El producto por excelencia para este fin es el plan de pensiones. Un plan de pensiones es un elemento financiero en el que yo realizo aportaciones de la forma que sea más cómoda para mí, desgravándomelas en la declaración de la renta y que a la hora de la jubilación lo cobraré de la forma que yo considere más adecuada según mi situación financiera y fiscal.

¿Cuál es el mejor plan de pensiones?: el que mejor se adapte a nuestro perfil financiero y analizando siempre la edad del contribuyente.

¿Cuántos planes de pensiones puedo contratar?: todos los que yo quiera y en las entidades que yo desee. Cuanto más diversifique mi inversión, menos riesgo tendré en el futuro.

¿Cuánto puedo aportar a mi plan de pensiones?: para menores de 50 años es recomendable aportar 10.000 euros al año. Para mayores de 50 años se recomienda aportar 12.500 euros al año.

Y así podríamos estar haciéndonos preguntas hasta el infinito.

Por ello, lo que hay que hacer es ponerse en manos de los expertos en estos temas, ya que en el pasado y aún en el presente, ha habido mucho intrusismo en esta profesión y muy mal asesoramiento al respecto.

Tal y como se nos presenta el panorama y dado que somos europeos, tenemos una obligación personal de preparar nuestra jubilación ya que la pensión pública a futuro no será las que se perciben actualmente, y si no hemos hecho la previsión de complementos privados tendremos problemas económicos cuando con edades avanzadas necesitemos de ayudas para nuestro bienestar.

En Europa estos deberes ya llevan bastantes años haciéndolos y por ello estamos acostumbrados a ver cómo ingleses, alemanes, holandeses, etc. disfrutan en nuestro país de retiros dorados. Ahora nos toca a nosotros y cuanto antes nos pongamos a la tarea con menos esfuerzo conseguiremos mejores resultados.

Mª Eugenia Líbano Balsebre
Responsable de Formación en Aviva Vida y Pensiones

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